Me detengo ahí.
Si tenerte implica que tus ojos me miren la cara empapada
de tanto amarte, y que se queden paralizados contemplando
ese momento, o que tu piel no pueda resistirse al cosquilleo que
produce mi cuerpo cada vez que roza el tuyo, entonces sí, te tengo.
Ahora bien, tal vez tenerte implica encarcelarte en los limites
de mis muros, y no dejarte salir hasta que decida no tenerte,
o confiscar tus libertades al punto de que mi paranoia te resulte
inadmisible, o obligarte a cambiar por mí, por mis miedos, por mis
inseguridades, entonces no te tengo (ni te tendré, porque sí
fuera así, prefiero no tenerte, quiero tenerte, no que seas de mi posesión)
Yo no sé si te tengo, sólo sé que tus manos me amarran sin ahogarme,
que tu boca me imanta sin adherirme, que mi cuerpo te pertenece sin
atarme, que mi corazón se sonroja sin sofocarse, y eso es tenerme,
y créeme, vos me tenés desde el hola.
Psykhé
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