Las oportunidades

01 marzo 2010

Espero/ Esperas/ Espera/ Esperamos/ Esperéis/ Esperan.

Te espero fervientemente.
Como si la taza siguiera en el mismo lugar donde la pusiste.
Como si el cielo se hubiera detenido en tu sonrisa enorme y
tus ojos a media asta. Te espero así, intacta, inamovible.
Con las mismas sandalias, las mismas manos despintadas
y la misma certeza que ayer.
Te espero como si esperar me fascinara,
esperarte no es lo mismo que cualquier espera...
es una espera deliciosa (porque TE espero).
Como si la aguja no se hubiese movido, ni la cama armado,
ni el micro ido. Como si me hubiera quedado
inmóvil antes que tus pies (solo) fueran huellas.
Con la misma risa inocente y el mismo parpadear desde hace años.
Con el corazón en la aorta (a punto de estallar), con dos manos nerviosas,
una boca ansiosa y tu recuerdo en la frente.
Tu nombre trabado en la boca, dos ojos vidriosos,
un cuerpo que entre tanto y tanto se me escapa, y un
alma que sabe que la espera es dulce y sincera y no lo deja ir a buscarte.

Te espero en silencio, y no voy a corromperlo con tu llegada.
Creo que esta sola imagen basta y el sentimiento me rebalsa por los ojos hasta inundarme.




Psykhé.

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